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Acción
y memoria

derivas de Maritza Diéguez@mdieguezdg

Diseñadora & Docente

El libro permanece, es atemporal. El mismo principio: un texto escrito, dibujado, compilado. Momentos que existen en ese espacio, en ese lugar. Luego la interpretación, la imaginación, porque ¿qué sentido tendrían los libros sin human_s?


Imagino un libro hecho por la naturaleza, propio de la naturaleza, que l_s human_s descubrieramos en ella desplegándose ante nosotr_s. Un libro como un fruto orgánico ¿podría existir?

Mi sobrina tenía 4 años. Saqué de mi bolso un libro y le dije: “mira, qué difícil hacer este libro”. “Pero si los libros son tan fáciles de hacer”, respondió. Luego, agarró un lote de papel lustre, los rayó, escribió, estampó figuras, terminó plegando las hojas. “Aquí está mi libro, te lo regalo”. En diez minutos había hecho un libro. Para ella, hacer un libro era juntar páginas que contuvieran, cada una de ellas, algo especial, envueltas en el gesto de dar a otra persona algo. Un acto de memoria. Un espacio, un contenedor de acción y memoria.


Ya no hay libros en las micros. Las personas están en los teléfonos, en las redes sociales. El libro ha dejado de existir en el espacio público. ¿Por qué no pensar formas en las que el libro empezara a reaparecer en la calle? ¿Qué ocurre si a alguien que va en la micro le regalan un libro? ¿Qué valor tendría ese objeto para esa persona? ¿Lo recibiría? ¿Lo leería? Quizás pensar en libros cortos, que permitan sembrar nuevas dinámicas en el cómo nos relacionamos con los libros.

Leer, reflexionar, comparar, conversar, son acciones propias de nuestra relación con los libros. Hoy, el libro termina siendo una obligación en ciertos espacios de la vida: el trabajo, el sistema educativo. Libros que al llegar a ellos, no son motivación de lectura para las personas. A veces pregunto ¿qué libro estás leyendo? me responden “Ninguno, es que yo no leo”. Personas que pierden la experiencia del papel, el cuento, la historia, la imaginación.

Siempre que miro los libros escolares me pregunto ¿quién diagrama esto? Un agotamiento visual continuo ¿dónde están los descansos? ¿como se manifiesta la diferencia, para que l_s niñ_s puedan entender e interpretar lo que leen? Cuerpos de textos gigantes, cayéndose, hechos para no ser leídos.

Tal vez hemos tenido perdida de lectura. Las fotocopias escolares en blanco y negro han hecho mucho mal: libros para niñ_s con todas las ilustraciones en blanco y negro. Fotocopias deslavadas, tipografías ilegibles. Empiezas a odiar la lectura. Necesitamos libros diseñados, pensados como un objeto relacionado con un espacio de meditación, encuentro, de lecturas compartidas.